Hay un solo
boleto de ida.
Hubieron
cinco direcciones de casas. Todas
las líneas de subte.
Un numero
de teléfono. Dieciocho materias cursadas. Un par de
bares preferidos. Más de docenas de conciertos, cines y teatro.
No mucho
llanto. Mucho aliento. Dos años de risas.
Un numero
de documento nacional.
Fueron ocho estaciones muy bien vividas.
Fueron ocho estaciones muy bien vividas.
Me fuí cuando todo era lindo. Mísmo con eso, fuí.
Entrando en la oscuridad, donde yo mísma tenía que prender la luz a cada paso. Pero, me se prenderan las velas también.
Sin español, sin conocidos, sin vivienda.
Ahora con
todo eso y otras muchas cosas más, regreso sin excesos. Lo justo!
Vuelto a
converterme en un ser sin la condición de estar de pasaje. O no.
Qué es la vida que no gran ciclo, un gran pasaje?
No banco el
discurso de regresos y despedidas definitivas.
Que venga
los Buenos Horizontes. Y viva la mariposa!
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